domingo, 15 de enero de 2012

Los toros y las 'vacas flacas'

Los años de bonanza han llegado a su fin. La crisis económica que estalló en 2008 se agudiza.

Plaza vacía
Además muerde con despiadada furia a los países del sur de Europa. Muy lejos van quedando los tiempos aquellos en los que corría el dinero fácil y la liquidez en los bancos se desparramaba generosamente en préstamos para lo que se quisiera. De pronto aquel maná se convierte en humo y de aquellos fastos hemos pasado a las apreturas, a mirar con lupa cada gasto y a seguir con taquicardia los avatares del mercado financiero. Y a la fiesta de los toros, ¿cómo le va en esta situación?


La respuesta la tenemos en el balance de la temporada 2011 y no deja lugar a dudas: el dóberman de la crisis ha hincado sus colmillos en el trasero del toreo y lo tiene a su merced. Nadie se libra de este furioso ataque al sistema sanguíneo de la fiesta, es decir a su economía, de la que vive todo el estamento taurino. Y lo vamos a ver por cada una de las familias del mundo de los toros: empresarios, profesionales y ganaderos.

En el capítulo empresarial, la situación que deja 2011, sin llegar al pánico, sí que deja una inmensa preocupación. Se ha registrado un importante descenso en el número de espectadores en casi todas las ferias y eso se refleja en las taquillas. En Sevilla, Valencia, Bilbao, Zaragoza, San Sebastián, Córdoba y Málaga, como plazas de primera categoría, el descenso de asistencia ha sido evidente. Pero donde se ha notado con mayor virulencia es en las plazas de segunda y tercera categoría. En estas últimas, además de la poca asistencia de público, la retirada de los apoyos económicos que suministraban los municipios, la mayoría de ellos en situación financiera al límite, ha sido mortal de necesidad.

De este tétrico panorama tan sólo se salvan, de momento, Madrid y Pamplona, o para ser exactos, las ferias de San Isidro, Otoño y San Fermín, que parecen inmunes a la crisis; y a la espera de ver sus resultados en 2012, un año que llega con nuevo gobierno en España y con drásticos ajustes que repercutirán en el dinero de la gente para dedicarlo al ocio, por lo que las empresas taurinas lo van a acusar gravemente.

En cuanto a los profesionales del toreo, entiéndase matadores de toros, novilleros, rejoneadores, subalternos y apoderados; la crisis apenas comienza a sentirse por lo que respecta a las figuras y ya se not  cruelmente entre la gente modesta a la que afecta doblemente: bajada de honorarios y menos festejos; es decir, menos oportunidades. Pero nadie se va a librar en 2012 porque ya las empresas advierten a las figuras sobre la imposibilidad de pagar esas cantidades astronómicas de los últimos años. Sirva de ejemplo que los Juli, Morante, Manzanares, Ponce, Castella, Talavante, etc. se habían subido a la parra cobrando, algunos de ellos, entre 150 y 200 mil euros por actuación en plazas como Sevilla, Madrid o Bilbao.

Bien, pues ese cuento se acabó, entre otras cosas porque ninguno, el solito, llena una plaza. Sólo hay un hombre que podrá seguir cobrando su astronómico sueldo: José Tomás, y es que la razón es sencilla: es el único que pone el cartel de no hay billetes sin necesidad de anunciarlo con otra figura al lado. Para Tomás no hay crisis y sigue rompiendo el mercado.

Capítulo aparte para Francia, donde también se notan los efectos en sus plazas de toros. Los principales empresarios galos se han unido para establecer una rebaja conjunta en los sueldos de los toreros. Esa "rebajita" estará entre el 10 y el 20 por ciento. Ya las figuras han puesto el grito en el cielo, pero los franchutes no se van a bajar los pantalones.

Y el último capítulo para los ganaderos, tal vez el sector más afectado debido a los altos costos que genera la cría del toro bravo. En general, la disminución del número de corridas ha tenido el efecto perverso de que muchos ganaderos se están quedando con numerosas cabezas sin vender y se ven en la necesidad de salir de ellas como sea, incluso en la venta como carne. Algunos hierros de acrisolada aristocracia ganadera como Torrestrella, Carlos Núñez y los Pérez Tabernero tienen un "stock" muy importante de género sin salida. Y son pocos los que tienen asegurada la camada para 2012, entre ellos Núñez del Cuvillo, Juan Pedro, Victoriano del Río, Victorino Martín, Garcigrande y tal vez Puerto de San Lorenzo. Los demás... a verlas venir.

Sí, así está el mundo de la fiesta ante una crisis tan severa. Pero nos olvidamos del gran perjudicado: el público, el que paga. Si se confirman los rumores, en la próxima adjudicación de arrendamiento de la plaza de Madrid hay autorizada una subida del precio de las entradas, y ya se sabe que Madrid marca el ritmo a las demás plazas. Es decir, lo de siempre: las crisis las pagan los de a pie. Pero cuidado taurinos porque se pueden encontrar con las plazas vacías y el bolsillo... pelado. ¡Ojo, pues! 

Carlos Ilián

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