Los empresarios reducen el valor de los astados pero los buenos ejemplares se siguen cotizando al alza. El sector se muestra preocupado por la tendencia a la baja, con 50 actos menos de ‘bou per la vila’ en un año.
Los ganaderos de Castellón y de la Comunitat Valenciana que aportan astados a los festejos patronales de las localidades castellonenses han bajado los precios con los que trabajaban el año pasado hasta cerca del 10% con el fin de adaptarse al descenso de la demanda, y con la vista puesta en garantizar el mismo número de bous per la vila que se celebraron en el 2011, lo que supuso 3.270 exhibiciones en la provincia. Una situación que, desde el sector, se ve con preocupación debido a que la cantidad de actos taurinos durante el 2011 descendió en 50 citas respecto al año anterior.
El presidente de los ganaderos valencianos, Vicente Benavente, asegura que “muchos Ayuntamientos han reducido el número de espectaculos, aunque no se trata de una exageración porque las fiestas tienen gran arraigo y atraen a mucha gente”. Por contra, constata que las peñas han mantenido el nivel y que la facturación se divide al 50% entre entidades festivas e instituciones.
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En la misma línea se muestran otros hierros castellonenses consultados por este periódico, que se muestran esquivos a la hora de ofrecer datos sobre precios y clientes “porque se trata de un sector tradicional que debe tratarse con gran respeto”, exponen. No obstante, explican que “algunos pueblos más pequeños sí contratan menos toros y algunos optan por adquirir vaquillas, que suelen salir más económicas”.
Gregorio de Jesús, conocido por el toro Ratón, ratifica que “en general ha habido un descenso moderado del coste que tienen los animales, pero un buen animal se sigue pagando”. Sin ir más lejos, Ratón continúa siendo uno de los más deseados por los aficionados por su trayectoria, por lo que no ha bajado su caché.
BÚSQUEDA de ANIMALES // Desde la visión de los clientes, el presidente de las peñas de Almassora, Juan Luis Marín, constata que durante el periodo de búsqueda de astados, que se inició hace meses, “ha encontrado de todo” y que los precios van desde los 2.500 euros a los 4.500. “Los toros de calidad no se han rebajado, pero sí hay saldos”, explica el almazorense.
El presidente de la Comissió del Bou de Vila-real, Pablo Basiero, ratifica la bajada de precios, a excepción de los buenos ejemplares, y añade que han encontrado menos que en años anteriores. De hecho, augura que para próximas ediciones de Sant Pasqual, “será más difícil elegir porque muchos ganaderos han reducido el volumen de animales”.
En cuanto al número de astados, Almassora ha contratado para Santa Quitèria el mismo nivel que en el 2011 y ha mantenido el encierro con la ayuda de las peñas. En el caso de Vila-real, desde la Comissió del Bou exponen que este año habrá un ejemplar menos que en el 2011 y se ha suprimido el encierro nocturno. “Nuestra intención es recuperarlo para las fiestas de septiembre”, concluyó Basiero al respecto. H
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