Santiago Martín afirmó en el pregón del Club Taurino Logroñés que los toros «han evolucionado mejor, pero ha caído la fuerza»
Santiago Martín 'El Viti' regaló el pregón de primavera del Club Taurino Logroño en la noche del pasado viernes. Lo apoyó en lo esencial del toro en la fiesta brava y lo hizo de forma delicada, breve y clara. Apuntaló su erudición en maestros como Lalanda, El Estudiante y Domingo Ortega.
Luis Ruiz bordó un paseíllo acreditado con estampas de 'El Viti', profesionales y 'civiles', y musicando el hermoso preludio literario con el fandango y pasodoble que Farina dedicó al amigo torero y paisano.
Comenzó diciendo el maestro que 'El Viti' le está ya pesando mucho y siempre le queda Santiago Martín, que disfruta más hablando de los compañeros que de él. Añadió que venía «a reconocer y admirar al toro que es el ser esencial en la fiesta y sin el que yo no hubiera sido nada, pues gracias a él quité los complejos de niñez y juventud, ya que fui muy contraído. He amado al toro más que a mi alrededor y ancestro y más que a mi vida social y humana. Mis compañeros y los antecesores solemos concluir que ni nosotros ni las publicaciones hemos dado al toro, que nos ha mantenido a todos, el sitio de privilegio merecido".
Insistió 'El Viti' en que se hablaba más sobre cómo habían actuado y dijo que «hoy es más necesario para la fiesta hablar de toros porque han evolucionado a mejor, casi son ideales, pero ha caído la fuerza y crecido la debilidad. Aunque mientras un ganadero críe un toro bravo habrá hombres que lo lidiarán, pues el espíritu del toro bravo lo tenemos los íberos dentro de esta tierra y la fiesta es, de siempre, un oleaje que sube y baja al aire de lo que piden los públicos en cada época».
Ensalzó la dedicación de Pamplona y Francia, que desmenuzan para mejorar la importancia y el respeto del toro, para que sea y parezca, libres de que los toreros quieran o no anunciarse en la feria.
Televisión y 'vicios'
El salmantino nombró como plazas claves para su carrera a Bilbao, Pamplona, Sevilla, Barcelona y Madrid. Afirmó que el triunfalismo no debe ser negativo y que «la prensa es necesaria cuando escribe y explica de forma que hay que darle la razón por crítica didáctica y constructiva. No estoy a favor, sin matizar demasiado, con la televisión de corridas, ya que evitan la capacidad de asombro y yo en mis imágenes me encuentro todos los defectos del mundo».
Saltaron los 'vicios' actuales de apoderados, veedores, contratos globales invernizos…y explicó que con otros nombres y evolución de situaciones, siempre hubo algo parecido en costumbres y 'vicios'. Él mismo comenzó temporadas con 80 contratos y afirmó que «no me hizo perder la ilusión, como no la pierden El Juli y otras figuras, de querer estar bien a diario, y acoplado con mi cuadrilla sin la que no hubiera llegado a torero y de quienes no me hubiera importado ser subalterno».
Acabó diciendo que «pocas veces he matado bien y admiro a otros maestros a espadas en la fiesta en la que se ha suavizado el público».
elcorreo.com
1 comentario:
Con su permiso, jijí: una de las cuestiones que traen de cabeza a servidora en este barullo, lumpen, en que cuatro pencos con corbata han convertido la Fiesta, reside en el extraño silencio que mantienen los matadores de toros ya ancianos, figuras de otro tiempo, libres de todo mangue y con autoridad suficiente, que tendrían que trincar un micrófono uno por uno de ellos y poner esto patas arriba, cada pelele en su sitio.
Viene última y sorprendentemente El Viti, que nunca ha roto un plato y desde su enfermiza timidez, dando el morro y, junto con Rafael de Paula, diciendo cosistas muy a tener en cuenta que diera la sensación de que se oyen como el que oyera llover.
No es suficiente, ya lo sé, porque lo que habría que hacer es tirar de la manta con dos cojones, pero aprovecho la ocasión para mandarle un fuerte abrazo, gracias, Santiago Martín, de su más fiel admiradora.
...Y para garbanzo fino, el de Vitigudino.
La condesa de Estraza
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