miércoles, 8 de julio de 2009

"TOREROS FLAMENCOS"


DÍAZ FERNANDEZ

Hija de Francisco Díaz García y Agustina Fernández Fernández.

Josefa Díaz, Pepa de Oro: Fue una cantaora de gran fama que acompa­ñó a su padre en muchas de sus salidas taurinas a Madrid, Sevilla; Jerez, Mála­ga y otras ciudades andaluzas. En uno de sus viajes a América, conoció el can­te por Milongas, que con una gran habilidad y sentido del compás, aflamencó dándolo a conocer con un éxito arrollador por los Cafés Cantantes en donde actuaba. Fue Pepa puntera bailaora, de arrogante figura, y aunque no era gitana, cualquie­ra hubiera dicho que era pura cañi canastillera. Como número extraordinario cantaba unas Milongas que a la vez bailaba, y que el publico aplaudía con ver­dadero entusiasmo"..

"Paco de Oro

ha venío de lima

de matar toros

la niña dice

Pare si usté es torero tan afamao

a mi por lo puntero me han coronao

que si Paco matando pone faroles

la niña los apaga taconeando por Caracoles".


DÍAZ MADRUGÓN

Hijos de Manuel Díaz Cantoral el Lavi y Maria Dolores Madrugón García.

Manuel, el Habanero: (n.1835 +1908) Cossío no le reconoce el apodo que hemos visto en algún cartel gaditano. Era bajito de estatura, aunque muy fino en su forma de torear. Llevó en su cuadrilla a Rafael Guerra Guerrita, en sus primeros tiempos, cuando se hacia llamar Llaverito, y con el a Manene y al Mojino. Murió en México.

Antonio el Lavi: (n.1843) No pasó de novillero, aunque toreó mucho por la baja Andalucía. Fue becerrista en Madrid con 16 años, pero como novillero tuvo poca fortuna. Fue padre de

Manuel Aguálimpia: Novillero, banderillero y cantaor. Recuperó el ape­lativo de aquel Guálipia del siglo XVIII que iniciara la dinastía. Fue cantaor de Cantiñas y Romances o corridos y quizás uno de los últimos interpretes de un palo perdido, las Gilianas. Aguálimpia fue mentor y pariente de Joselito el Ga­llo, al que acompañó en su primera época como auxiliar en la famosa cuadri­lla de niños sevillanos que formara Joselito con Limeño. Cierto día toreando estos en Cádiz, Aguálimpia le dio un consejo al niño José, chillándole desde la barrera. Joselito se volvió y le ordenó que se callara y que se tapara.

Otros Díaz gaditanos de esta familia son:

- José Díaz, Mosquita. Era posiblemente primo o sobrino de Guálipia, —al que llaman así para diferenciarlo del Aguálimpia de finales del siglo XIX—. Mosquita toreó en la plaza del Balón de Cádiz, que funcio­nó a partir de 1826. Allí dirigía una cuadrilla de banderilleros en aquellas sorprendentes capeas con erales de ¡seis años o más! Posteriormente pasó a La Habana, donde tuvo le desdicha de perder un brazo. Posteriormente reaparece de nuevo en Cádiz, en 1841, justo cuando se inaugura la plaza de Daura, construida por el impulso de Paquiro. En esta plaza se presenta José Díaz, con un brazo de hojalata sustituyendo a su brazo am­putado y con esta prótesis torea una novillada. Aun siguió toreando así en su nueva visita a La Habana, donde tendría un nuevo y definitivo percan­ce» esta vez mortal el 28 de junio de 1845.




José Díaz la Mosca: Puntillero de la cuadrilla de Montes, el más famoso en los tiempos de Paquiro.

Enrique Díaz: Primo de Manuel Díaz el Lavi, con quien toreó en Madrid.

Gaspar Díaz: No sabemos si era hijo de Gaspar, el matador. Parece que no pasó de novillero y que se dedicó a la profesión como hombre de plata.

Juan Díaz: Nieto de Manuel el Lavi, posiblemente hijo de Antonio y her­mano de Manuel. No pasó de novillero.

Enriqueta Díaz, la Macaca: Bailaora y cantaora, llamada así por su boda con el cantaor gaditano Miguel Cruz el Macaca. Enriqueta, trabajó con su marido en el sevillano café de Silverio, y fue una de las muchas artistas que Enrique el Gordo, pariente suyo, recomendaba a su amigo Silverio Franconetti.

Gabriel Díaz Fernández, Macandá (n.1897 +1947) De parentesco lejano, cantaor de rara pureza en sus cantes, que popularizó un pregón flamenco, el de los caramelos. Murió en el hospital siquiátrico. Su vida transcurrió en un mundo de silencio, pues se casó con una sordomuda, hermana de otros dos sordomudos y tuvo a su vez dos hijos sordomudos. Era poseedor de la pureza de los cantes gaditanos. Manolo Caracol y Manuel Torres intentaron escuchar sus cantes. Marchena lo llevó con él, sin dejarlo actuar, solo para escucharlo.

Juan el Feo: Bailaor, hermano de Macandé, emigró pronto a América.

Antonio Díaz Soto, el Flecha: Torero en su juventud con el nombre de Sotito, y gran cantaor especialista en los estilos gaditanos.

Los hijos del Flecha: Manuel que heredó el mote de su padre o Antonio, el Chaquetón recientemente fallecido.

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