sábado, 30 de enero de 2010

TOROS EN TURÍN V (FINAL)

"Ultima entrega, del articulo de nuestro amigo Marco de Turín. Muchas gracias, y continua colaborando con nosotros, con temas tan interesantes como este."



Cabeza de toro en el portal de un edición antiguo perteneciente

al Ayuntamiento de Turín

Desde el 1833 el toro civico representa tambien una conocida y aun hoy floreciente empresa de seguros nacida en la ciudad, que por entonces se abria a los comercios y a las industrias.
El toro forma parte tambien de los escudos de las dos principales equipos de futbol de la ciudad subalpina, mas vistosamente en del Torino Football Club, familarmente llamado "il Toro", con un toro color grana en fondo blanco, equipo que tiene  el bovide enfurecido como animal simbolico; mas
discretamente en el del Juventus F.C. cuya mascota es la zebra, por las rayas parecidas a las de su uniforme deportivo, pero que en su escudo social tiene tambien, en negro, la inconfundible figura del toro de la ciudad.
Por coincidencia, como el animal en la actual fiesta taurina, el Toro, equipo futbolistico un tiempo fuerte y orgulloso, hoy està en bache y despreciado, a pesar de tener una tenaz y arraigada aficion.


Escudo del Torino Football Club.
Como curiosidad, me consta que el escudo de la Juventus, con toro y todo, està en la banderola de la peña de los admiradores de un joven torero de Nimes, Julien Miletto, cuyos abuelos son de origen italiana, de un pueblo de la provincia de Turin, llamado Villarfocchiardo.
En la magnifica y centrica Plaza San Carlo, construida en la segunda ampliacion barroca de la ciudad, en el mismo lugar donde los Romanos habian realizado el anfiteratro para los juegos circenses (entre los cuales seguramente habian las "venationes", combates con fieras y por ende con toros bravos) cada
noche en la vispera de San Juan, fiesta patronal de la ciudad, entre el 23 y el 24 de junio, se quema una hoguera en cuya cuspide se coloca la silueta del toro.
Esto me hace recordar que en la misma fecha tiene lugar en una ciudad del levante iberico una arraigada feria taurina llamada precisamente Feria de Hogueras.
Es una tradicion precristiana comun a muchos pueblos mediterraneos, la de quemar hogueras en la noche del solsticio de verano, y parece haber llegado en Turin desde la Provenza, tierra por su parte muy taurina.
De la manera y del lado por donde cae el toro de carton, tras la quema de la hoguera, se traen, para los que se lo creen, vaticinios sobre la buena o mala suerte de la ciudad. Es una supersticion inocua, al considerar que hasta la mitad del siglo XVIII en lugar de la silueta del toro se ponia en la punta de la hoguera, para quemarlos, unos pobres gatos vivos enjaulados, por la creencia que fueran animales demoniacos.
Otro toro famoso en la ciudad, tambien relaccionado a una cierta supersticion, es el de la chapa de bronze, que se encuentra incorporada en el suelo de la acera, justo en frente del Cafè Torino, uno de los
cuatro elegantes establecimientos que se encuentran en la misma plaza San Carlo.


El toro del "Caffè Torino" .
Una difundida creencia popular, vinculada sin duda a la consideracion  totemica del toro, como animal simbulo de fertilidad y buena suerte (la misma que empuja a los corredores y publico de los encierros a tocar a los animales corridos) pretende que tocando la imagen del toro, y en especial manera las glandulas reproductoras, se consigua buena suerte y abundancia.
Hoy en dia no es raro ver a transeuntes, sean ellos indigenas o turistas, que pasando en esa esquina de la Plaza San Carlo, mas o menos disimuladamente, pisotean la chapa del toro en las entrepiernas.
Lo mismo sucede en Milan, en la famosa Galeria a lado de la Plaza del Duomo, en cuyo suelo estan dibujados en mosaico todos los escudos de la ciudades italianas: la ultima vez que lo vi, habian colas de turistas, hasta japoneses, para hacerse fotos "pisando los huevos" al toro de Turin.
Yo no soy supersticioso, porque trae mala suerte, pero si se me occurre caminando pasar en frente al Cafè Torino, en la Plaza San Carlo, una pisadita - con todo respeto - trato de darla, nunca se sabe…
Con tantas referencias al toro, se preguntarà mas que uno si en Turin ha habido alguna vez alguna aficion o tradicion taurina en el mismo sentido de los juegos tauromaquicos, mas o menos cruentos, que se han desarrollado en la peninsula iberica y en el Midi frances, tan proximo este ultimo a la ciudad del toro.
Hay que reconocer que no, que totalmente extirpada en la peninsula italiana, por la influencia de la Iglesia Catolica, la costumbre de los juegos circenses romanos, nada quedò de posibles festejos taurinos, menos si con significado ritual y religioso, a no ser dignas de ser considerados como tales las carreras de
carros tirados por bueyes, que en la Edad Media se hacian en Turin en las fiestas patronales de San Juan, y que aconsejaron de construir unas gradas a la entrada de la Catedral para evitar que los carros y los cornudos animales, amenudo conducidos por borrachos, entraran en la Iglesia.
Pero en la cultura local quizas queda algo que predispone y prepara a la "aficion", prueba sea que el famoso escritor Edmondo De Amicis (el auctor del internacionalmente conocido libro para infancia "Cuore"), turines adoptado - a pesar de haber nacido en Oneglia, en la cercana Liguria - en sus reportajes
desde Espana, donde viajò en 1872, en la breve epoca del reinado de Amadeo de Saboya (que por cierto era de Turin) se esmerò en la descripcion de las corridas de entonces, que repetidas veces viò en Madrid.
En sus cronicas, se le notan una autentica pasion y ciertos conocimientos, sin duda debidos al interes que puso en el asunto, confesando que tras le impresion de la primera vez, algo le empujò a regresar a la plaza ("il Circo dei tori" como él la llamava) para ver varias corridas.
Entre otras cosas, cuenta el De Amicis que viò torear nada menos que a Lagartijo y Frascuelo, que tuvo una entrevista con este ultimo, que luego en la plaza, le hizo homenaje arrojandole desde el tendido de un puro italiano, y el torero le reconociò y saludò.
Tanto le gustaron las corridas de toros, cuanto le desagradaron las peleas de gallos, que por entonces aun se hacian publica y legalmente en la capital espanola. A este proposito, el escritor diò este consejo a sus lectores: State contente, umane genti, ai tori.
Es cierto que cuando en Turin se diò la unica oportunidad de ver un espectaculo taurino de tradicion iberica, el dia 8 de julio de 1923, el publico acudiò masivamente, y disfrutò de lo lindo.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Gracias Blanca por habertelo currado, es un placer colaborar con este blog y con gente como vosotros.
Un abrazo a todos.

Marco

blanca dijo...

Gracia a ti por todo.
Un beso