martes, 30 de noviembre de 2010

"Prefiero dejar huella, que un premio artificial"

Talavante desea provocar nuevas emociones

Horacio Soto Castro


Fue casi un sueño estar nuevamente en la Plaza México,
dijo Talavante. Foto: Érik Estrella/ESTO

Alejandro Talavante no ocultaba el placer que le produjo el resultado de la actuación que un día antes tuvo en la Plaza México, a pesar de que se le fueron los triunfos grandes, al pinchar a sus dos toros.
Vestido informalmente, llegó a la cita al coso capitalino con una amplia sonrisa, muy sencillo y recibiendo la enhorabuena de sus colegas como Arturo Saldívar, Mario Aguilar, Octavio García "El Payo", Sergio Flores y otros taurinos que se encontraban en la puerta principal del embudo, sin que se hubieran puesto de acuerdo para estar a esas horas ahí.
Antes de desglosar sus faenas, Talavante dijo: "Estoy agradecido con las embestidas que me regalaron mis toros ayer. Estoy enamorado del toro mexicano, por sus embestidas suaves, que te permiten hacer el toreo con lentitud y temple".
Sin embargo, dijo que su segundo toro sintió que tenía complicaciones por ese lento embestir: "El toro me miraba y me miraba cuando iba pasando, y pensé en que en cualquier momento me iba a echar mano. Pero antes ya me habían dicho que había que aguantarlos y les sacaba los muletazos. Eso hice, y no falló, le saque los pases. Efectivamente hay que aguantar demasiado para lograr el muletazo, que produjo emoción en el tendido".
Le mencionamos que Manuel Benítez "El Cordobés" decía que había que tener mucho valor para ver pasar lentamente al toro mexicano, sin pestañear, pues se hacía una eternidad desde que se tiraba del toro hasta la despedida.
Talavante respondió que pudo bajar un poco la mano al entrar a matar, "pero eso sería falta de ética". Alejandro siempre pincho arriba y el mismo público le aplaudió su profesionalismo, porque además lo hacía con todas las ganas del mundo.
"Prefiero dejar una huella honda, que un premio superficial -asentó el artista de Badajoz- y recordó al maestro David Silveti en sus últimas actuaciones, que pinchó a sus toros, pero lo que había hecho con capote y muleta ahí quedarán para siempre.
Talavante dijo que lo que hizo en la México tuvo gran impacto en España, y le han estado llamando para felicitarlo.
"Se puede decir que fue mala suerte lo de los pinchazos, porque siempre me tiré arriba y me aplaudieron. Siempre lo hice entregándome en la suerte".
Casi al inicio, dijo que era "casi un sueño el llegar a la Plaza México y deleitar al público, que siempre estuvo conmigo y muy cariñoso, y sobre todo, que lo que realice me abrirá las puertas en otras plazas. Desde luego regresaré a la plaza a partir de enero. No hay fecha, pero mi apoderado Manolo Martínez 'Chopera' y el empresario Rafael Herrerías ya han entrado en pláticas, y será a partir de enero, ya que se buscará un cartel bien rematado. Pudiera ser a fines de enero o principios de febrero".
Aunque no es seguro, se sabe que hará una temporada extensa en plazas mexicanas antes de iniciar la temporada española, y pudiera estar en León, Moroleón y Aguascalientes, y en otras plazas que se han interesado en él.
De sus toros, dijo que el primero tuvo clase y embistió muy despacio, y del segundo, que fue más exigente al principio, y después se entregó.
Le señalamos que su forma de torear no es lo normal de lograr tandas de naturales o ayudados, y rematar con el de pecho, sino que eran distintos muletazos, pero siempre ligados, que hicieron que la gente explotara y se entusiasmara.
Soltó una sonrisa y dijo que no es correcto que lo diga él, pero "no es lo que dictan los cánones. Deseo producir nuevas emociones, y eso lo traigo entre ceja y ceja. Ya lo había probado en el campo con las becerras, pero ayer vi que se prestaban los toros para ello, y así fue".
Pudiera ser difícil explicar su ejecución, pero Talavante se pasa al toro por la espalda en un cambiado o con una arrucina, luego le ejecuta el ayudado o el natural, y lo remata con el de pecho. En otras, intercala la trincherilla, el de pecho y ejecuta el pase del desdén. Digamos que es una suerte combinada con los pases normales, que normalmente no se liga de esa manera, sobre todo que le resultaron de una limpieza absoluta, que caló muy hondo entre los aficionados. Parecía una suerte nueva, pero sí le funciona el magín a Talvante en ese aspecto. Es una forma de practicar la inventiva.

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