jueves, 10 de marzo de 2011
"Es un toro muy complicado. Para andar con ellos en el campo hay que hacer todo con mucho tiento" Antonio Miura.
La divisa de Miura es, además de las más antiguas, la de mayor leyenda dentro de la cabaña brava, tanto por grandes triunfos como tragedias, pero con unas características propias que la hacen única. Toros que desarrollan sentido pronto, que tienen comportamientos únicos durante la lidia, pero que cuando se triunfa con ellos, el triunfo tiene el valor añadido de haber sido con los toros que pastan en Zahariche. Todas estas cosas nos las cuenta Antonio Miura, quien junto a su hermano Eduardo, dirigen la legendaria divisa que comenzó hace ya casi 170 años.
¿Qué supone dirigir uno de los hierros con más nombre del panorama ganadero?
Mucha responsabilidad, ya que mi hermano Eduardo y yo somos los encargados de dirigir esta ganadería, que se fundó un 15 de mayo de 1842 cuando mis antepasados deciden comprar ganado bravo y hacerse ganaderos. Estoy convencido que si en aquel momento les dicen que en el año 2011, unos descendientes suyos iban a seguir con la ganadería no se lo creerían y más cuando uno va a algunas ferias y ve carteles de principios del siglo XX y ve las ganaderías que se anunciaban entonces y ya no están casi ninguna, hierros que eran emblemáticos, y uno todavía sigue anunciándose, te carga de responsabilidad y te hace pensar.
¿Desde cuándo existe la leyenda de toros complicados y duros que tienen los Miuras?
Cuando nuestros antepasados deciden hacerse ganaderos de bravo en 1842, sobre todo mi tío bisabuelo Antonio que era muy aficionado al campo y a los toros, compran el toro que se lidiaba en aquellos momentos, que no tiene nada que ver con el toro actual, era un toro que se criaba y se lidiaba con el único fin de prepararlo para la muerte, no para torearlo como se torea ahora. Era un toro para el tercio de varas, duro y de pelea, por lo que buscan un toro que diese ese espectáculo, pero con el transcurrir de los años, y las tragedias que ha habido con toreros figuras, se ha creado la leyenda de dureza. Además, en la época de mi bisabuelo Eduardo Miura, conocido por las grandes patillas que llevaba, llegó a juntar 1.000 vacas de vientre, por lo que en 1910 o 1911 lidiaban, entre corridas de toros y novilladas, cerca de 60 espectáculos. En Sevilla un año, el solo lidió siete u ocho entre corridas y novilladas. Tenemos unos carteles de las novilladas de junio de 1910 o 1911, en que todos los domingos se lidiaba una novillada de Miura, en Madrid iba con dos corridas de toros, en Sevilla lidiaba en la Feria de Abril y repetía en San Miguel, por todo ello, y la dureza que fue sacando el toro, es lo que le dio la fama.
¿Se podría decir que Miura sigue en el mismo sitio, y lo que se ha movido ha sido el resto de ganaderías?
No exactamente, ya que lo que se ha movido es la corrida de toros, pues ya no se torea igual y por lo tanto los toros han ido adaptándose a la forma de torear, incluso nosotros hemos ido evolucionando, pues el toro nuestro que lidiaba mi bisabuelo no tiene nada que ver con el que lidiamos nosotros, pues a partir de 1916, con Juan Belmonte es cuando el toreo comienza a evolucionar pues se exige un toro que de más facilidades para la muleta, por lo que mi abuelo Antonio y mi tío Pepe son los que inician el cambio del toro para que se pudiese torear con la muleta. Luego le sigue mi padre a partir de los años 40 y ahora nosotros. No se puede uno quedar estancado, hay que dar lo que pide la fiesta, aunque por supuesto, sin perder la personalidad de nuestros toros, que es lo que pide el aficionado, pero dentro de esos márgenes uno tiene que poder criar unos toros, que satisfagan a los aficionados que esperan ese toro, pero a la vez que se puedan torear con la muleta y los toreros puedan triunfar con ellos.
¿Son los toros de Miura también complicados en su manejo en el campo?
Es un toro muy complicado. Para andar con ellos en el campo hay que hacer todo con mucho tiento y cuidado y por supuesto, sin mirar el reloj, con paciencia, además hay que hacerlo todo ‘por la paz’, por las buenas, sin que el toro llegue a enfadarse, si no lo haces así e intentas hacerlo por las duras, casi siempre ganan ellos, ya que prefieren morirse peleando y corriendo para no ir donde les obligas, que ceder. Para ello tenemos una parada de bueyes grande y una plantilla de siete caballistas, por lo que cuando nos juntamos todos estamos 10 personas, los siete caballistas, mi hermano, mi sobrino y yo, así que cuando tenemos que apartar una corrida nos juntamos 15 ó 20 bueyes y 10 personas a caballo, sin coches, siempre a caballo y gente que conocemos bien a los toros, para que poco a poco y ‘por la paz’ intentar convencer a los toros.
¿Por qué las figuras del toreo no matan las corridas de Miura y en cambio les gusta ir a tentar las vacas?
Es cierto, les gusta ir porque se divierten, además las vacas no son toros y además tienen solo dos años, pero como en todas las casas, unas vacas salen buenas y otras no, pero lo que si es cierto es que las que salen buenas les exigen mucho, tienen que estar muy concentrados y además, nuestras becerras no son muy rápidas embistiendo, embisten despacio, y te transmiten más de macho que de hembra, por lo que les sirve mucho y por lo tanto se divierten y quieren volver a tentar, lo que a nosotros no nos molesta que quieran venir a tentar y luego no maten nuestros toros.
Tener un encaste tan puro, ¿no crea problemas para que no haya consanguinidad?
De momento no hemos tenido problemas, pues se trata de ir viendo las distintas ramas de la ganadería y echar los sementales a las vacas más lejanas, sin abusar de los sementales con muchas vacas, ya que si abusas de un semental que te de bien, puedes llegar a tener la mitad de la piara de vacas del mismo toro y eso sí que sería un problema, pero de momento, llevando una buena organización, no hemos tenido dificultades. Es cierto que de las 1.000 vacas que había, mi abuelo las redujo a 500 y mi padre la redujo a 250, en el año 41, por lo que desde hace 70 años nos movemos con esas 250 vacas y no hemos tenido problemas con la consanguinidad.
¿Qué toreros han entendido mejor a los Miuras?
Si hablamos desde el año 70 hasta ahora, empezamos por Pepe Limeño que los entendió muy bien pues estuvo tres años seguidos saliendo por la Puerta del Príncipe con nuestros toros, Ruiz Miguel también los ha entendido muy bien, Antonio José Galán, José Antonio Campuzano, Manili, Padilla, Rafaelillo, El Fundi, y seguro que se me quedan nombres sin decir, anteriormente, Pepe Luis Vázquez que era muy amigo de mi padre, mataba varias corridas de toros nuestras todos los años y la de la Feria de Sevilla siempre la mataba, iba a todos los tentaderos de mi casa y los entendía muy bien.
¿El hecho de que los aficionados vayan a ver la corrida de Miura supone que los toreros que la matan tengan menos importancia, lo que hace que en ocasiones se anuncien toreros que no tienen el oficio suficiente para lucir esos toros?
Para nuestra corrida y para cualquier corrida, el oficio es fundamental, ya que depende de la lidia que se les de a los toros el comportamiento posterior, pero en el caso de nuestros toros, es un animal que aprende pronto, que se da cuenta cuando está ganado la pelea y se viene más arriba, por lo que cuando se anuncian toreros que es la primera vez que la matan, siempre tienes la preocupación de si le va a hacer pasar un mal rato, pues a nosotros no nos gusta que los toreros lo pasen mal con nuestros toros, por lo que si el torero que está delante, tiene más experiencia, podrá solventar los posibles problemas con mayor facilidad. El toro de Miura es listo, aprende pronto y en ocasiones tienen reacciones imprevisibles. Recuerdo una corrida de toros en Córdoba que la mató Ruiz Miguel, que un toro de su lote se hinchó de embestir en los primeros tercios, capote, varas y banderillas, y viendo las posibilidades que tenía se lo brindó a un amigo suyo, diciéndole que le iba a cortar el rabo, pues bien, en la primera tanda siguió con la misma tónica, embistiendo a la perfección, pero cuando se dispuso a darle la segunda serie, el toro dijo que no le daba ni un pase más, y así fue, no le dio ni uno más, lo que no es lógico, pero estos toros tienen esos comportamientos, se orientan, se dan cuenta y por lo que sea dejan de embestir y cambian su comportamiento, es lo que le da ese sello a la ganadería de imprevisibilidad, unas veces para bien y otras para mal.
¿Cómo es la camada de este año?
Como siempre, ocho corridas de toros y una novillada, siempre oscilamos entre ocho y 10 corridas de toros, y afortunadamente ya están todas prácticamente colocadas. En Francia se lidiarán algunas, como todos los años, pues son unas plazas muy nuestras y nuestros toros les gustan a los aficionados, pues lo analizan y también valoran al torero que se pone delante, es una afición seria y buena.
¿Qué le parece esa confrontación de Miura y Victorino en Valencia y Nimes?
Tenemos muy buena relación con Simón Casas y nos propuso lo de lidiar tres toros nuestros junto a tres toros de Victorino, y aunque no seamos muy partidarios de eso, pues nos gusta ir con nuestra corrida de toros, sin más, pero nos propuso la idea y nos dijo que en estos momentos sería muy buena esa idea y la aceptamos, por lo que esperemos que sea bueno para la fiesta en si, y aunque unos salgan buenos y otros malos, ninguno va a dejar de ser quien es.
El que una corrida embista no significa que seas el mejor, porque al día siguiente te sale otra sin embestir y entonces tampoco eres el peor.
JM.PEDRO BELMONTE
latribunadealbacete.es
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