miércoles, 20 de abril de 2011

LA VERDAD DEL PAR DE BANDERILLAS

Adjunto ensayo actualizado, “Manolo Montoliu: La verdad del par de banderillas”,
que me hace llegar por correo Ricardo López.

MANOLO MONTOLIU


LA VERDAD DEL PAR DE BANDERILLAS
Por.-Ricardo López Solano - Cartagena de Indias – 19-04-11   

Según mi apreciación, colocar un par de banderillas, tal como deberían mandarlo los cánones de esta suerte, es tan peligroso,  sino más, que lo que pudiera ser un pase natural ejecutado de frente, en el que se cita al toro centrado a sus astas, con el engaño adelantado (tela paralela a las puntas de los pitones), haciéndole describir una trayectoria circular alrededor del torero, lo más cerca posible de su humanidad, totalmente humillado y con sus astas equidistando con el centro de la muleta y manteniendo al tiempo la misma distancia, pitones-tela, en todo su recorrido.
 
¿Cuál podría ser la razón de la mayor peligrosidad, al colocar un par  de banderillas a ley comparada con el pase natural descrito?

Expliquémoslo:

Para el caso, el banderillero sacando el pecho, cita al toro en corto y de frente, con la punta de las banderillas abajo, casi que rozándole las zapatillas; y sin alharacas, tropelines y carrerones, más bien sin evidenciar premura y mucho menos temor, se va hacia la cara del toro, para el caso, en una especie de cuarteo. El toro se le arranca, y mientras se le acerca, le­vanta las  banderillas desde bien abajo (desde donde se encontraban en un inicio), hasta bien arriba. Y aquí, centrado en la cuna de los pito­nes (dando el pecho), con las zapatillas empotradas en la arena (como máximo levantando los talones) clava en todo lo alto del morrillo, para lue­go salirse de la reunión apoyándose en los palos, andando y sin prisas.

Cuando el banderillero en el momento de martillar frente a la cara del toro, desde abajo ha levantado en su totalidad las manos, sin desprender los  talones de la arena (máximo empinado en la punta de los pies), los pitones  los  tendrá  tan cerca del pecho, que si estos no lo prenden, lo pasarán rozando al salir de la reunión.

Es lo que podríamos denominar, "LA VERDAD DEL PAR DE BANDERILLAS", tal cual, como en sus mejores momentos, solía ejecutarlo el infortuna­do torero de plata y mejor banderillero de todos los tiempos, Manolo Montoliu, muerto trágicamente en el ruedo con el corazón destrozado por los pitones de un toro, tras colocar uno de estos prodigiosos  y arriesgadísimos pares, el primero, a un toro de Atanasio Fernández, “Cabatisto”, en la Feria de Sevilla, el primero de mayo de 1992.

¿Si me podrán creer ahora ustedes, en lo que respecta a la peligrosidad de esta suerte ejecutada a ley, respecto al pase natural también ejecutado a ley? ¡Espero que sí!

 Banderillas_1
Secuencia de un par de banderillas al cuarteo, pero con verdad:

1. Cite en corto con las puntas de las banderillas lo más cercanas posibles de las zapatillas del banderillero.
2. Momento de la reunión centrado a los pitones del  toro (con lo que se asegura que estas queden equidistantes a su columna vertebral y en el sitio justo) y con las banderillas levantadas al máximo.
3. Clavando el par en todo lo alto.
4. Saliendo de la reunión apoyado en los palos, andando y sin prisa


 Banderillas_2
Manolo Montoliu, en su personalísimo estilo cuartea ante la cara del toro con las puntas de las banderillas a la altura de sus zapatillas. Foto tomada de la revista Aplausos. 

 Banderillas_3
Ultimo par de Manolo Montoliu a las órdenes de José María Manzanares. Valencia Marzo 17 de 1992, toro “Molinero”, de la ganadería de los Hermanos Peralta, No. 66, negro mulato, bragado, meano de 560 kg. En este prodigioso par, centrado a los pitones del toro, puede observarse la clásica composición de su figura: piernas rectas, empinado en la punta de los pies, inclinado hacia adelante y brazos bien arriba, los que ha traído desde bien abajo, antes de martillar en todo lo alto del morrillo del toro. Foto tomada de la revista Aplausos.

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