viernes, 26 de agosto de 2011

El lenguaje de los toros


El lenguaje es una de las diferencias principales que tenemos los humanos y los animales. Pues bien, los animales tienen su propio lenguaje. En esta entrada voy a tratar el lenguaje que utilizan los toros.
El Pitido
Cuando un toro pita, es que presiente algo. Suele ser el barrunto del levante, la lluvia o el desplome del calor.
En el mundo sonámbulo de la dehesa, un mundo cerrado y único, el pitido del toro avisa del peligro. Es el instinto de la presencia, que el toro, más primitivo que ningún animal doméstico, conserva casi puro. El remusgo debe servir incluso a los demás animales.Cuando los toros pitan, los demás animales acechan. Algo va a pasar.
El reburdeo
Esta voz es emitida, especialmente, en las luchas; en las peleas de los toros.
Cossío cuenta una anécdota muy propicia para este apartado: ” Es de noche y por la ventana, que está abierta, en la cerca de los eucaliptus, oigo reburdear un macho. Dentro de un minuto reburdearán otros. ¿Qué les pasa? El reburdeo es un ronquido bajo y grave que presagia ganas de lucha y sangre. El toro posee un olfato muy desarrollado y huele el acre de la sangre desde lejos. Al amanecer salgo con mis vaqueros. Hay un toro caído y la vacada entera le da vueltas, reburdeando. Han acudido hasta los bueyes al careo. El canto funeral en la mañana fría, helada, sobrecoge y mis vaqueros se han vuelto, repentinamente, serios. Pienso en Villalón. Un poeta bastante loco de Moron me contó por lo bajo, que sus toros -los que ya no eran suyos- reburdearon la noche en que él se fue para siempre”.
El berreo
La tercera voz es el berreo. El berreo puede ser de miedo, de queja y de nostalgia o melancolía.
Cossío distingue entre “berreo del bueno” y “berreo del malo”. “El berreo del bueno” será cuando un becerro se queje con la boca cerrada; de berrera con la boca abierta es “berreo del malo”. Aclarando que, el berreo sólo es malo cuando lo acompaña la duda en la embestida, la cobardía, el escarbe y la mansedumbre. Berreo y escarbe a la vez es el conjunto de dos cualidades propias de los mansos, que se agrava cuando se unen las dos a un tiempo, porque entonces deja de ser furia contenida y se convierte en queja y desgana, cobardía en la embestida.
Normalmente, el ganadero, trata de quitar el berreo, pero en las vacas bravas (realmente bravas), lo admite y lo soporta.
El bramido
Con esta voz el toro delata el celo que le invade hacia la vaca. Se podría definir como una llamada de amor, es un venteo de la hembra, tan próxima y tan lejana.
Antiguamente, el término, la palabra que se imponía era “la brama”, porque no se matizaba en las voces distintas de los toros.
El resoplido
Suele oírse desde el callejón y las barreras de las plazas. El “doble resuello de los toros” de Federico García Lorca, en su LLanto por Ignacio Sánchez Mejíasimpone y escalofría, aun oído en las pantallas de televisión; con si de un gran resoplido se tratara.
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El lenguaje de los toros quizá se debía analizar más detalladamente, ahora que existen medios para recoger sonidos. Yo creo que los toros con sus voces siempre dicen algo.
Un toro…en campo abierto…puede extraer más del campo que lo que un hombre es capaz; cantidad de detalles que pasan  a escondidas para nosotros en el inmenso campo de la vida.

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