Toreo, diversión y altruismo en Fuente el Fresno

Ignacio Rubio

La localidad manchega celebró un festejo benéfico en el que lidiaron cuatro chicas erales de El Cortijillo. El cartel y el buen fin del espectáculo atrajo a numeroso público.

La jornada taurina vivida en la localidad de Fuente el Fresno (Ciudad Real) fue sin lugar a dudas toda una fiesta tanto en lo taurino como en lo económico.

El festejo organizado por El Plancha y con la colaboración del Ayuntamiento y laAsociación Española Contra el Cáncer y cuatro chicas toreras en el cartel, un excelente reclamo para la localidad que acudió en masa llenando los tendidos.

Los prolegómenos con la entrega de obsequios a los participantes, toreras, al presidente de la Asociación Martín Sánchez Mimoso, al mayoral de la ganadería de "El Cortijillo" de los Hermanos Lozano y una mención especial para Víctor Santos Mendiola, promotora de dicho evento fue del agrado de todos los presentes.

Se lidiaron erales de El Cortijillo, mansos en general y colaboradores. A la postre los mejores segundo y quinto. Con plaza llena y la banda de música muy participativa.

Rosana Toledo despachó dos novillos por ausencia de Ana González. En su primero estuvo menos afortunada pero no exenta de ganas, su toreo con la derecha y algún natural suelto para cerrar con manoletinas y bien abrochados los de pecho, mal al matar fue avisada y escuchó palmas. 

En su segundo se llevo los máximos trofeos en plena algarabía del público, que supo entender a la joven matadora en este las series fueron más largas y ligadas por ambos pitones incluido cambio de manos. La espada le funcionó y paseó el rabo.

Cristina Hernández no tuvo fortuna con la espada, aunque desarrolló una faena pulcra con mucha relajación para lo nobel que es, tuvo en la ligazón y las formas su mayor virtud, los molinetes muy airosos y dos de pecho de pitón. Acabó mal con la espada, se le concedió una oreja.

Verónica Rodríguez estuvo bien con el capote y pasó un mal trago en su faena ante un manso rajado de libro que la tuvo de aquí para allá toda la lidia. El bicho quería marcharse y Verónica se empeñó en buscar otros terrenos. Mató con dificultad y fue avisada, recogió una sonora ovación.

Lucía Carrión, la más jovencita y mas desconfiada, no obstante supo sobreponerse a medida que avanzó su faena y tuvo la fortuna de meter la espada a la primera aunque levantara el puntillero. Su mejor premio en la vuelta al ruedo fue pasear un bebé que le dieron desde los graderíos, fue todo un lujo de regalo que la chica aceptó gustosa y lo paseó en loor de multitud.

Fotografía: Ignacio Rubio