José Ignacio Uceda Leal, matador de toros, resalta que "la política y el toreo tienen espectáculo, pero uno es más puro que otro"
José Ignacio Uceda Leal (Madrid, 1977) tiene una de las izquierdas más poderosas del mundo, aunque no la use en los mítines, sino en las plazas de toros. Matador desde el 96, más de 20 años delante de las astas, 70 tardes en Madrid y los muslos cosidos a cornadas, sabe algo de la vida. Pese a su azarosa profesión, el 20-N se acercará a las urnas con una papeleta como todo español de a pie. El color de su voto se lo guarda para él, pero si se le pide una palabra para definir a los candidatos, es claro, cristalino: "Rubalcaba... Más de lo mismo. Rajoy... Cambio".
Si el toreo se midiese en intención de voto, después de esta temporada, Uceda estaría camino de la Moncloa. "Artísticamente me encuentro muy bien... Mejor que nunca". Como trabajador del toreo, hay más almohadillas que salidas a hombros. "Desde hace cuatro años hemos dado una vuelta de tuerca a peor", explica en una situación de cambio que "se nota bastante económicamente". En ese panorama taurino, se reducen el número de festejos y también los sueldos del 80% de los matadores, sobre todo en las zonas más humildes del escalafón: "Hay muchos matadores que estaban defendiendo sus temporadas con 20 o 25 corridas que ahora han toreado dos o tres". En las dehesas no está la cosa más boyante: "Tengo muchos amigos ganaderos que se están quedando con los toros y los tienen que llevar al matadero porque no se lidian".
El país que pinta el matador fuera de las plazas no es mucho mejor. "España está mucho peor que hace cuatro años". Desde el punto de vista de la economía y "también en la manera en que afecta al carácter de la gente: está más retraída, desconfiada... A la gente se le nota el miedo dentro".
Para evitarlo, si fuera presidente, la primera medida que tomaría José Ignacio Uceda Leal sería frenar a toda costa el paro. "Para que las personas puedan vivir, que tengan liquidez para gastar... Están sin un duro".
Al matador y a los cientos de personas que viven del toro les va mucho en las próximas elecciones. Uceda Leal cree que un cambio de gobierno podría hacer realidad la protección de la fiesta después de la prohibición de las corridas en Cataluña que se hará efectiva a principio de año. Pese a que los matadores no han recibido "un mensaje claro", Uceda interpreta que "el mensaje indirecto del PSOE es que los toreros nos quedemos en nuestra casa y que quieren acabar con la fiesta". ¿Y los populares? "No ponen cortapisas al toreo. Van a dar la opción de que cada cual elija en libertad y que no haya prohibiciones de ningún tipo".
Pese a que el único carnet que tiene José Ignacio Uceda Leal en la cartera es el de matador de toros, el torero pasó la noche del lunes pasado viendo el debate electoral. ¿Se pasa peor en antes de torear o en aquel plató de la Academia de la Televisión? "En el patio de caballos de Las Ventas se pasa muy mal, pero yo los veía y lo estaban pasando regular". Estar en el centro de las miradas, en el centro del ruedo ante todos, bajo presión, con la responsabilidad de hacerlo bien y miles de voces a punto de saltar al mínimo error, ser presidente puede tener algo de figura en una gran feria. "Con una diferencia: el torero da la vida por los aficionados, no creo que el político haga lo mismo por sus votantes. Política y toreo tienen ambos una parte de espectáculo, pero uno es más puro que el otro", sentencia.
FRANCISCO APAOLAZA
elcorreo-com
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