domingo, 8 de enero de 2012

Julián Muñoz: "Meloso es y será siempre mi mejor amigo en el campo"

El hombre que susura a los toros bravos. Este podría ser el título de la película de la vida de Julián Muñoz, un mayoral de Monroy, que saltó a la fama hace meses por la singular amistad entablada con Meloso, un astado de la ganadería salmantina Herederos de Rodríguez Percha


Después de tantos años conviviendo con el toro, qué momento y qué recuerdo hace que todo ese esfuerzo merezca la pena?
--El momento del día que más disfruto es cuando hay que apartar una corrida, con las ilusiones que depositas en cada toro esperando que en la plaza se hagan realidad. En época de paridera, cuando llegas al alba y hay algún becerro que ha nacido esa noche y ves que se convertirá en el futuro de la ganadería y de la fiesta, esa sonrisa que se te dibuja es comparable a como cuando estás enamorado, que sonríes sin darte cuenta.

--Pero su vida quedará marcada por la del toro Meloso...
--Sin duda, el recuerdo que siempre vendrá conmigo es el toro Meloso, que se reseñó como sobrero para una novillada picada en Argés (Toledo) en la que gracias a Dios no se lidió, volvió a la finca y fue cuando empezó la historia de nuestra amistad. Al ser devuelto al cercado, los compañeros de camada le pegaban, se alejó a un rincón buscando refugio entre el encinar, donde a diario me acercaba a darle de comer, cada vez más cerca, viendo su nobleza, tanto es así que pude curarle pequeñas heridas de las peleas en su apartado refugio. Nuestro disgusto fue cuando el ganadero lo vendió para un pueblo de Cáceres, y le exigí al empresario que fuera en una novillada picada. Tanta era mi confianza en él, que le dije que pediría permiso al presidente para bajar al ruedo, acariciarlo y demostrar su nobleza para conseguir así su indulto. El empresario dejo entreabierta la puerta de que sería imposible y mejor no hacerlo, así que mande que lo bajaran del camión y que se quedara en el finca como semental. Actualmente no me arrepiento ya que los hijos que hemos lidiado han sido extraordinarios. A día de hoy, en el campo, Meloso es y será mi mejor amigo, le dedico a diario un ratito para acariciarle el lomo, en el que sin hablar nos decimos y demostramos nuestra amistad y cariño.

--¿Cómo ve el mundo del toro en Extremadura, viendo lo que ha pasado en regiones como Cataluña?
--En Extremadura se han hecho plazas nuevas y reformado otras. Es señal inequívoca de que hay interés. Afortunadamente seguimos disfrutando del apoyo por parte de los políticos extremeños, que parece ser que son los que deciden por la población, no como ha ocurrido de forma incongruente en Cataluña.
 --¿Usted que convive con el toro a diario, cómo ve la cruzada de los colectivos antitaurinos?
--Se les llena la boca diciendo que aman a un animal al que ni siquiera han dedicado unas horas a observar cómo vive, cómo se desarrolla, cómo convive y se comunica con el mayoral, el ganadero en el campo o con el torero en la plaza. Creo, humildemente, que si convivieran como lo hacemos los taurinos, comprobarían que nosotros somos los que amamos a ese precioso animal, lo respetamos y lo hacemos participe de nuestra vida y del triunfo del torero... somos los primeros que cuando vemos un toro bravo de verdad nos levantamos con los brazos en alto y derramando lágrimas de emoción, pedimos el indulto porque sin lugar a dudas el toro es el único animal que disfruta de una oportunidad para volver al campo y disfrutar de lo que se ha ganado en la plaza, la libertad eterna. Todos coincidimos que es el animal más hermoso del mundo y sin la tauromaquia todo eso no existiría.
El Periódico Extremadura.

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