lunes, 3 de diciembre de 2012

Carlos Aragón Cancela: “sin la bravura del toro no hay fiesta”

 
El ganadero Carlos Aragón Cancela, titular de la ganadería Flor de Jara fue hace unos días el protagonista de ‘Encuentros con…’ organizado por el Ayuntamiento de Roquetas de Mar, que tuvo lugar en la sala Juan Ibáñez del Museo Taurino de Roquetas de Mar. El ganadero mantuvo una charla coloquio con Víctor Zabala de la Serna, Gerente de asuntos taurinos y periodista.

Aragón Cancela comenzó recordando sus inicios en el mundo de los toros como novillero. “Recuerdo mi debut en Madrid con Lucio Sandín y José Cubero ‘Yiyo’ en 1980 con un gran ambiente”. La alternativa la toma el 5 de febrero de 1984 en Valdemorillo con toros de El Campillo y apadrinado por Juan José y Pepe Luis Vargas de testigo. “Se decide tomar la alternativa en Valdemorillo porque era un escaparte para mi y de hecho, el que estaba bien en Valdemorillo tenía la posibilidad de torear en San Isidro” recordaba.

En el año 1987 torea una corrida de Vitorino en Madrid acompañado de Víctor Méndez y José Antonio Campuzano. “A esta corrida llegó después de una brillante actuación del año anterior donde un toro me pillo y me rompió el estafoides, pero estuve a punto de cortar las orejas y a principios de 1987 toreo seis toros en Colmenar Viejo del encaste de Santa Coloma. Salí a hombros y estaba Manuel Chopera que era el empresario de Madrid, por lo que decidió ponerme en esa importante corrida de Vitorino”.

Cancela asegura que dejo la profesión de matador de toros “sin rencor”. “No creo que haya otra profesión que me diera tanto como fueron los toros tanto en España como en América, tengo muy buenos recuerdos, me curtió como persona principalmente y me hizo mucho más maduro”. Luego llegó la etapa de Aragón Cancela como ganadero.  Formó una pequeña ganadería con únicamente treinta vacas de vientre y muchos sementales puesto que al no lidiar, los ejemplares machos que tentaba y servían los iba dejando para ese importante cometido.

“Mi sueño como cualquier chaval joven era tener una finca, un Mercedes y una ganadería. En el año 1985 estando de matador de toros tengo la posibilidad de hacerme ganadero y vivir el sueño de convivir con el ganado y hacer las faenas de campo” recordaba el jueves el  ganadero a preguntas de Víctor Zabala de la Serna.

Adquirió de Joaquín Buendía en Bucaré el hierro de Flor de Jara y comenzó su periplo ganadero con plena dedicación. “Flor  de Jara es un homenaje a un semental de Santa Coloma que es con el que comienzo yo como ganadero”, dijo Aragón Cancela.

Este joven ganadero explicó que “desgraciadamente solo se valora para el triunfo del torero su actuación con la muleta y no se premia la belleza de torear con el capote. Tenemos que rescatar la suerte de varas que es importante y rescatar encantes diferentes para que el aficionado pueda disfrutar de otras reacciones del toro. Si esto no se produce el interés del aficionado se va perdiendo y eso es malo para la fiesta de los toros”.

“Aquel que es capaz de solventar las dificultades del toro bravo es figura del toreo” sentenció. “Si no ponemos medios, la gente está en el tendido comiendo pipas y lo que pasa allí es una película que prácticamente hemos visto no estamos en el camino. Yo crío el toro bravo, en la fiesta lo principal es el toro y lo que sujeta a los aficionados no es un torero determinado, lo que nos mantiene unidos es el toro. Sin la bravura del toro no hay fiesta”, concluyó.

Fuente: lagacetadealmeria.com

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