Ismael del Prado
De milagro en milagro. Así se mueve en los últimos meses Vicente Ruiz «El Soro». A golpe de proeza que parecía inalcanzable hace bien poco tiempo, cuando las operaciones en su maltrecha rodilla iban cayendo a velocidad de vértigo. Afortunadamente, el contador se detuvo en 33 operaciones. Todo un calvario que el diestro valenciano ve cada vez más a toro pasado. «Primero pedí una rodilla nueva, poder apoyar la pierna y caminar con normalidad, Dios me lo ha concedido; ahora le pido volver a vestirme de luces, estoy seguro de que va a llegar también y, aunque sólo toree esa tarde, el tremendo esfuerzo habrá valido la pena», recuerda El Soro que, precisamente hoy cumple 30 años de alternativa. «Estoy encantado con el homenaje que han querido brindarme por esta fecha y con toda la gente que se está acercando a verlo», agradece. En la muestra, ocupa un lugar destacado su traje de aquella tarde de alternativa junto a Paco Camino y Pepe Luis Vázquez. «Fue una tarde emotiva, con una fuerza y un colorido únicos de esta tierra, desde el sol fallero hasta cómo se entregó el público con la terna, recuerdo un quite mío por faroles de rodillas que replicó Paco Camino con tres chicuelinas y una media... La plaza estaba de mascletá», recuerda, sin olvidar el «tremendo compañerismo que Camino tuvo ese día en el que es tan habitual perder el horizonte con los nervios». «Me guió con la mirada en cada momento», revive aquellas Fallas en las que salió triunfador tras hacer el paseíllo tres tardes. Por eso, 33 operaciones y 18 años después de cortarse la coleta tiene claro qué quiere para esa tarde que tanto ansía: «Sólo deseo que la tarde de mi regreso a los ruedos sea igual de bonita y perfecta que mi alternativa». Es su «gran reto». Su sueño, que va transfigurándose en realidad carnal gracias al actual proceso de rehabilitación en el que está inmerso. «Estoy encerrado en el campo, he ido a tentar a Miura, Torrestrella... Nunca había llegado a este punto en todos estos años, así que estoy muy ilusionado, he bajado peso, de 109 kilos a 85, y poco a poco voy afinando forma y elasticidad», asegura convencido de que «el gran día llegará» después de estar «desahuciado por la Medicina». En este milagro con acento a su Foyos natal, El Soro le debe mucho a los doctores Pedro Cabadas y Rafael Albert, responsables de su recuperación. Gracias a ellos, ya incluso se marca una fecha de regreso, «el objetivo es estar en las Fallas 2013». Aparece en ese mismo horizonte que el gran Paco Camino le ayudó a mantener firme en su inolvidable tarde de alternativa.
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